viernes, 22 de abril de 2016

"Nosotros después de las doce" en Barcelona - Recordando a Heima

 

Quería escribir esta entrada mañana, con tiempo y tranquilidad, pero la euforia se ha adueñado de mí y he caído en la tentación antes de lo esperado.
Hace unos días anunciaron que Laia Soler presentaría su nuevo libro, Nosotros después de las doce, en Barcelona. Todo el mundo que me conoce bien sabe que desde que leí Heima es hogar en islandés ya no he vuelto a ser la misma, pues éste tuvo un gran impacto en mí. Habrá quien piense que soy una exagerada, una pelota tal vez.
Hasta que la editorial anunció la presentación, tenía 100% claro que me compraría este libro en Sant Jordi, así que hice un cambio de planes y decidí comprarlo en la misma ocasión; craso error. He llegado con una hora de margen y cuando he entrado al FNAC me he quedado helada al ver la cola que había para entrar en la sala. Y yo todavía sin mi libro. Lo sé, soy una n00b de las presentaciones de libros; al fin y al cabo, ésta era la primera a la que asistía (nunca había sentido tal aprecio por un autor español y creo, sinceramente, que Sir J.R.R. Tolkien no saldría de su tumba para invitarme a un piscolabis y discutir la Batalla de las Lágrimas Innumerables conmigo).
Finalmente, he conseguido llevarme el último ejemplar disponible y he ido, prácticamente corriendo, a la sala de presentación. Ya habían abierto las puertas y, como era previsible, no quedaban asientos libres.


Había mucha gente y el ambiente ha llegado a ser un pelín agobiante, pero ha sido genial. Me ha hecho mucha ilusión poder ver a la autora en persona y me ha hecho arder en deseos de empezar ya el viaje a Valira. Por supuesto, he traído a Heima para que me lo firmara también, y le he comentado un poco mi experiencia con él. Se podría decir que, ahora mismo, mi vida se divide en un antes y un después desde que leí este libro; me interesé por los países nórdicos y sus lenguas, empecé a leer más sobre Islandia, descubrí música que nunca imaginé que acabaría escuchando apasionadamente (véase Lockerbie o Kaleo) y lo más importante para mí: me hizo ver una lejana, aunque potente, luz en mi futuro. Me explico: gracias a esta pasión, me puse en contacto con el traductor (del islandés al español) de la autora islandesa Yrsa Sigurðardóttir en busca de información sobre cómo y dónde podía aprender el idioma BIEN; muy amablemente, me informó sobre el programa de dos años de islandés como lengua B en la universidad de Reykjavík. Boom, una luz. En cuanto vi esto, tuve claro adonde llevaría mi vida después de la carrera.
¿Después de todo, cuál es el causante de todo este hilo de sucesos? Un libro. Un libro que me entretuvo, que me hizo sentir, que me hizo llorar y, sobre todo, que me hizo soñar. Un libro que, algún día, voy a enseñar al mundo cuando me pregunten por qué he decidido este camino para mí. Éste es mi lífsandi más preciado.
Takk.